08 noviembre 2003

Las hormiguitas codiciosas

altavista, hispavista, yahoo, google ... ositos hormigeros con una larga y pegajosa lengua, llenan su tripa y engordan. Revientan y cotizan en bolsa. Montones de hormiguitas soñando en alcanzar el tarro de miel. ¿O eran moscas?. Yo que sé.

Ahora voy y les cuento como hacerse un uequezito en internet. ¿Contenidos? ¿Sensibilidad Poética? Estética, esotérica, rica rica ... No.

Un grupito de dos o tres programadores se abstraen del mundo humano (presente imperfecto del bervo alienado o alineado con ve y b de valar). Y mira tú, de pronto descubren miles de páginas, miles de foros, usenet, montones y montones de hormiguitas soñando con su tarro de miel. Sus cinco minutitos de gloria, fama y poder.

Hagamos un programa que organice el Kaos, que aparentemente lo organize, que lo indexe, lo clasifique, lo puntúe, lo adapte al mínimo común denominador de los gustos de las hormiguitas (las hormiguitas ya solo comen miel de tarro y azúcar). Van para arriba van para abajo y a un lado y al otro . El gato que mira las costumbres de su presa ... largamente, fríamente, seriamente, desapasionadamente, codiciosamente ... Se dan cuenta: cada vez que suena la campana babean: Ding-dong babeen. Aplaudan. Miren las afotos de su futuro Rey de los sapos bobones -one moment pa-los spots- Alehop Ding-dong

Límpiate la baba chiquitín. Que si diseño web, que si profundos pensamientos, que si debates interminables, que si - que no (te cae el chaparrón), y sentando tras la pantalla: Ding-dong y empiezas a babear. Mas equipo, mas multimedia, más de más y lo último y el acento en la a y en la u. Ding-dong y empieza a babear.

Más trabajo, más tiempo, más de más y acento en la a y mirando y oiendo la campana y diseño y flash y corbata y nada hay detrás: Ding-dong y empiezas a babear. Y más horas de trabajo y más tiempo para pagar otra campanita, hormiguita que se basta con una gotita de miel. Y llega google y te indexa, hormigita, ding-dong y te aplauden y te aupan y recibes en el podium la medalla de un robot, y babeas hormigita y te come hormiguita el oso hormiguero que engorda y revienta y se pudre entre dolares y dolores y en una obscura sala el robot indexa sin acento en la a ni en la o.

Hormiguita bonita, tontita, que discutes y te ríes por no ser del montón y que google te devora y te indexa y te palmea y te desangra las horas y además es un cagón. Y tu discutes y discutes y discutes y discutes y te indexan hormiguita. Y ahora bonita yo te cuento otro cuento de hormiguitas.

La hormiguita venenosa. ¿Un robot? ¿Que come el robot buscador? ¿De que vive el constructor? ¿Eh hormiguita? ¿Que piensas tú del acento en la u? ¿De tu blog? ¿De tus horas de insomio? No. No come, devora. Y así he fabricado una maquina que da de comer al robot y lo engorda y lo envenena y lo transforma y lo muta y lo señala => Eres un tramposo, eres un codicioso, estas gordo, eres feo, te comes a los niños, a los perros, a los ancianos, a los impotentes, a los ricos, a los pobres, a todos te los comes. Ding-dong y empiezas a babear.

La hormiguita venenosa, ella se pasea con el culín de acento en la i y al aire (de su vuelo) enseñando el tiempo adherido a sus patitas, riéndose de la cigarra y del viento y echando pedorretas a los hombres-maquina que nos cuentan y pontifican: Somos Dios. Somos Dios. Somos Dios. Somos Dios. Suena la campana y babean. Suena la campana y babean. Babas benden. Vavas venden. Bendes Babas. Toma bonito, come palabras, come tiempo, relame huesos, relame sueños de riquezas, succiona suspiros Somos Dios. Suena la campana y babea. Dios babea. ¡Dios como babea!.

Caos y palabras y un tipo serio con diseño moderno gritando: Haya orden, halla orden, aia orden, pongamos orden, esto es un caos. Esto es una caos, Toe1Kooo (Es una te una ka y algunas os). ¿Que puede hacer google por ti? ¿En que puedo ayudarle? ¿Recibió nuestro ultimo boletín agranda-pene? ¿Recogió nuestro regalo? ¿Fantástica oferta?. A cambio su tiempo, su tiempo de oro, su compromiso de pago, su razón, su baba.

Somos Dios. Ding-dong. Dios-Somos.

- -
Don Ding Vabas (palanganero chino. Siglo XXI) y Paulov.

No hay comentarios: